Hogar, ¿dulce hogar?
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- Categoría: Cultura y Sociedad en Transición
- Última actualización: Martes, 18 Noviembre 2014 00:02

(Click aquí para ver la Parte 1: La felicidad no tiene que ver con una casa más grande)
Y así como si nada, estábamos en una casa rentada en Ashland, Oregon, donde esta historia comenzó. ¡Qué experiencia tan salvaje fue este viaje! Aún estoy dando vueltas con todo este alboroto. Hemos estado algo empantanados las últimas semanas y mentiría si dijera que el proceso ha sido agradable. Sacarnos de nuestra pacífica vida de Baja (California) y plantarnos con ambos pies en la rutina acelerada de la vida suburbana ha sido irritante y perturbador. Nos ha tomado mucho esfuerzo de comunicación y soporte para mantenernos cuerdos durante este proceso de "readaptación" a nuestra vida "normal".
El proceso de rentar una casa fue intenso. Cuando llegamos, el mercado inmobiliario estaba en alta demanda y había pocas propiedades para la renta. Buscábamos una casa de unos 85 m2, pero este tipo de casas simplemente no existen (a excepción de una, que tenía una fila larguísima para verla). Así que nuestro entusiasmo se desvaneció y decidimos ser menos exigentes: Simplemente buscaríamos una casa, cualquier casa a la que nos pudieramos mudar.
Finalmente encontramos una casa de 120 m2. Es mucho más grande de lo que deseábamos, pero sirvió perfecto para la etapa intermedia. Esta situación nos favoreció para trabajar hacia nuestro sueño de construir nuestra propia casa de pacas de paja en nuestro propio terreno.
La recámara principal tiene un gran vestidor de 1.5m x 2 m. Ésto es el tamaño de una cama queen-size. Cuando estábamos en Baja (California), Andrew y yo exploramos el concepto de recámara y redefinimos nuestras ideas al respecto. Al vivir en un minúsculo camper por varios meses, experimentamos lo que es ocupar una recámara pequeña. No sólo era fácil sino que nos dimos cuenta que preferíamos un espacio pequeño. Hemos jugado con la idea de una recámara del tamaño de la cama queen-size, así que nuestro colchón cabe perfectamente en el closet.
Hasta el momento, nos encanta y estamos considerando incorporar esta idea en el diseño de la casa de nuestros sueños, que esperamos construir dentro de 2 a 3 años.
Ya que estamos usando el closet como recámara, re-utilizamos la recámara como oficina, lo cual ha sido fantástico porque ahorramos en la renta de una oficina propiamente dicha.
Es muy cómico ver la reacción de nuestros amigos cuando se enteran de nuestros arreglos: van desde sentr lástima hasta considerarnos héroes. De cualquier forma, no me molesta. Me importa más que me encanta nuestra pequeña habitación.
La semana pasada rentamos un camión de transporte para mover nuestras cosas de la bodega donde las habíamos almacenado antes de viajar a Baja California. Mentalmente me imaginé que sería "pan comido". Nos habíamos desecho de más de la mitad de nuestras cosas antes del viaje, así es que, ¿cuántas más podríamos tener que mover? ¡Wow! realmente fui ingenua al respecto.
Enfrentada a una bodega llena hasta el tope con nuestras posesiones, me desmoroné emocionalmente. Si no hubiese sido por Andrew que estaba ahí para apoyarme y encontrar el buen humor a la situación, estoy segura que hubiera dejado la bodega abierta con un gran cartel de "GRATIS" al frente. Recuerden que ya tenía todo lo que necesitaba en casa para estar perfectamente satisfecha y feliz, ¡y todo eso cabía en un camper de 14 m2! El contenido de esa bodega me parecía superfluo, en lo que mi concierne.
Conforme íbamos llevando cada caja al camión sentía como crecía la pesadez. Más que sentirme feliz por recuperar nuestras cosas, sentí la carga que significa la tener la propiedad de un interminable río de objetos que, de hecho, no eran ni remotamente, necesarios. Por ejemplo, sacamos 12 cajas que estaban etiquetadas "Objetos VITALES de la cocina". Eran objetos que separé antes de irnos considerando que fuera fácil encontrarlos cuando regresara a EU. Me asomé a cada caja y me reí cada vez, porque de ninguna manera podía entender como es que esos objetos eran "VITALES" ¡Y 12 cajas!
El proceso fue larguísimo. En algún momento, literalmente tuve un pensamiento "¿quiénes son esas personas que empacaron todo esto?" Estaba furiosa con "ellos" en ese momento, hasta que me di cuenta de la increíble transformación que viví debido al viaje a Baja (California). Las personas que empacaron todo eso no eran las mismas personas que ahora lo desempacaban.
Sólo para aclarar, estoy contenta de tener nuestros grandes muebles otra vez. Me encantan las piezas que compramos a través de los años. Se ven fabulosas, son prácticas y son elementos que esencialmente decoran nuestro espacio. Pero lo que si me parece ridículo es la inmensa cantidad de cajas llenas de objetos completamente innecesarios.
Las buenas noticias son que que creo haber encontrado la solución perfecta para lidiar con esta situación. Los objetos realmente esenciales (cubiertos, sartenes, cepillos de dientes, etc.) los hemos llevado a la casa. Todo lo demás lo almacenamos en cajas en la cochera. En lugar de desempacar todo, el trato es: sólo sacaremos algo de las cajas si vemos que lo necesitamos en la casa. El punto es: si empezamos a desempacar todo, será muy fácil justificarnos de tenerlo en la casa porque estaremos tomando la decisión desde los viejos hábito. Me di cuenta que mi proceso de decisiones está influenciado fuertemente por mi condicionamiento pasado.
El resultado fue: en 2 semanas, sólo saqué 2 objetos: un par de botas y un olla extra. Mientras tanto, los gabinetes de la cocina están 3/4 vacíos porque no los hemos llenado con todas las cosas que alguna vez consideramos "vitales". Los gabinetes del baño están igual de vacíos. Nuestros closets ahora son closets para blancos, ya que nos dimos cuenta que no queremos ni necesitamos más de 3 pantalones, 5 camisas, unos cuantos sweters y algo de ropa interior. Les aseguro que si hubiéramos traído las cajas directo a la casa, tendríamos al menos el doble de lo que actualmente almacenamos.
Y lo principal es que lo hacemos porque queremos. No es un sacrificio o carga. Lo que sí es una carga es la gran pila de cajas de objetos "vitales" que aún están en la cochera y que tendremos que resolver en algún punto. Me encanta vivir en una casa que se siente despejada y simple. Me deja más espacio y tiempo para para hacer las cosas que realmente me gusta hacer.
Ahora nos queda muy claro que queremos comprar un terreno y estamos trabajando activamente para lograrlo.
Primero que nada, establecimos un presupuesto muy estricto (¡por primera vez en nuestra vida!) y nos hemos apegado a cumplirlo porque sabemos que cada centavo ahorrado significa acercarnos a la compra de nuestro terreno en un futuro cercano. Hasta ahora, hemos disfrutado el proceso de crear e implementar este presupuesto.
También iniciamos el proceso de diseñar la casa de nuestros sueños. Es todo un reto combinar todos los elementos que componen una casa (metros cuadrados, tamaño de las recámaras, etc.) para asegurarnos que no permitiremos que los viejos hábitos dicten el tipo de casa que diseñaremos. Esta casa será realmente una extensión de nuestras nuevas ideas sobre la casa-habitación. El proceso ha sido muy creativo.
Cada habitación que diseñamos nos acerca al entendimiento de lo que deseamos crear en la casa de nuestros sueños.
CONTINUARÁ...