Cultura y Sociedad en Transición

El pan en casa tiene ahora un ingrediente secreto: Autodefensa alimentaria

Hablar de las autodefensas nos remite a los grupos comunitarios organizados que defienden su territorio de quienes lo han violentado. En la Ciudad de México un grupo de personas decidió retomar esa idea para defender al cuerpo como un territorio propio desde un aspecto más cotidiano: la alimentación.

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Mapeo comunitario: geo-grafiando para la resistencia

La geografía es una disciplina asociada a la memorización de accidentes geográficos (montañas, ríos, valles, etc.) y a la “simple” confección de mapas, entendidos generalmente como un retrato fiel de la realidad, y no como una representación creada desde un determinado punto de vista. Y por otro lado pero formando parte del mismo conjunto, para los Estados y el capital, la Geografía siempre había sido considerada un saber estratégico para “hacer la guerra”. Según el geógrafo radical Lacoste esto iba mucho más allá del sentido estricto de “dirigir operaciones militares”: el conocimiento sobre el espacio se asociaba a la política en un sentido más amplio, siendo esencial para conocer, organizar y controlar el espacio y la población sobre los cuales el aparato del Estado ejerce su autoridad.

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¡Siembra! otro mundo es posible y lo cultivamos entre todos

La fuerza de los movimientos por la defensa de las semillas y la biodiversidad radica, en gran parte, en la capacidad que tengamos de reconocer a nuestros pares para articularnos y colaborar desde los distintos frentes. Mantener la unidad dentro de nuestra propia diversidad es crucial –y no siempre evidente– a la hora de levantarnos ante el panorama amenazante que la gran industria nos pretende imponer.

Sin duda las agricultoras y los agricultores son los actores fundamentales. Con su quehacer cotidiano permiten que el ciclo de vida de las semillas se renueve y se siga perpetuando para continuar el viaje que comenzaron hace más de 10 mil años, ¡pero el resto de la sociedad no es ajena ni puede ser indiferente a esta renovación!

Independientemente de cuál sea nuestro quehacer, todos podemos hacer algo: cambiar nuestros hábitos alimenticios y de consumo, generar puentes entre el campo y la ciudad, involucrarse en campañas de concientización, impulsar la creación de políticas públicas y leyes que protejan la biodiversidad, contribuir a la divulgación de saberes y facilitar la articulación de movimientos e iniciativas afines, son algunas de las acciones que podemos hacer para apoyar la labor de los agricultores comprometidos con el rescate de la biodiversidad.

Un ejemplo de estos esfuerzos colectivos es ¡Siembra!, una serie audiovisual educativa sobre producción de semillas que acaba de lanzarse en México para comenzar un viaje a lo largo y ancho del continente americano, en mano de diversas organizaciones comprometidas con el resguardo de nuestro legado agrícola y la soberanía alimentaria.

Videos accesibles para todos
Videos accesibles para todos

Si bien la idea germinó en la Provenza francesa, en una de las cooperativas de Longo Maï, sus autoras, Martina Widmer y Sylvie Seguin, ambas productoras de semillas, se animaron a hacer una nueva edición para las Américas, en inglés, portugués y español, editada en México y Brasil.

Motivadas para generar un material para que cualquier persona pueda aprender a producir sus semillas, buscaron un formato pedagógico accesible para todos, en cualquier lugar, sin que fuera necesario saber leer. Se sumó al equipo Olga Widmer, cineasta, quien tuvo la tarea de retratar este arte, de manera que las palabras pasaran a un segundo plano. “El objetivo era lograr que la información fuera lo más visual posible. Tuvimos que filmar cada uno de los gestos, para que hablaran por sí mismos y no fuera necesario explicarlos”, afirma la directora.

La magia del cine permitió seguir el ciclo de las plantas durante un año completo, o dos, en el caso de las especies bianuales. Cada gesto fue filmado de manera explícita, con especial atención a la calidad de la luz, lo que le confiere a los videos el cautivador ritmo de la naturaleza y las estaciones del año.

La diversidad es posible gracias a las semillas.


Cine y agricultura al servicio de la educación dieron como resultado una suerte de enciclopedia audiovisual, de más de siete horas de duración. Cuatro DVD, ordenados en pequeños capítulos que pueden consultarse de manera independiente y que, en un lenguaje sencillo y accesible, entregan los conocimientos básicos –teóricos y prácticos– para producir semillas: las familias botánicas, la biología de las flores, el proceso de polinización, así como las técnicas utilizadas para la selección de las semillas y plantas para reproducirlas y para aislar distintas variedades, junto con su proceso de cosecha, extracción, selección y limpieza. También se muestra paso a paso la producción de 32 especies, en su ciclo de desarrollo de semilla a semilla.

Una herramienta educativa ideal para escuelas, universidades, educadores, técnicxs, programas de formación, agricultorxs, bibliotecas y casas de semillas y por supuesto para las redes de intercambio y guardianes de semillas.

Dado que el continente americano es tan vasto, la difusión y distribución de este material ha sido también una gran oportunidad para tejer y estrechar nuevos vínculos de intercambio y colaboración por la defensa de las semillas. Mediante redes de agroecología, guardianes de semillas, huertas escolares, huertas urbanas, ONG, agrupaciones de productores, educadores, universidades y centros de formación, entre otros, se ha ido tejiendo una amplia red de colaboración, que esperamos se perpetúe en el tiempo y sirva para nutrir nuevas iniciativas en nombre de la soberanía alimentaria.

¿Qué es Longo Maï?

Los materiales de Longo Mai.
Los materiales de Longo Mai.

 

Longo Maï es una red de cooperativas agrícolas autónomas, que nace a comienzos de los años 70, con la efervescencia del movimiento estudiantil del 68, gracias a un grupo de jóvenes europeos que decidieron vivir juntos cerca de la Tierra, buscando la autonomía, la liberación de la propiedad privada, de las jerarquías y del trabajo asalariado.

Con granjas en Francia, Suiza, Alemania, Austria, Ucrania y una base amiga en Costa Rica, las cooperativas se caracterizan por ser muy activas, recuperar los oficios de la tierra y mantener un fuerte compromiso social y político.

Dentro de sus múltiples actividades está la defensa de las semillas y la recuperación de variedades antiguas de hortalizas y cereales. Además de rescatarlas y producirlas, también participan activamente en encuentros de semillas, intercambios, donaciones y acciones políticas.

Muchas de sus iniciativas nacen de la mano del Foro Cívico Europeo, una asociación presente en varios países de Europa, implicada entre otras cosas en la defensa de la agricultura campesina, respetuosa de los derechos sociales y de las semillas reproductibles, tanto a nivel práctico como institucional, poniendo en red iniciativas locales a nivel europeo y mediante campañas de sensibilización.

¡Siembra! es parte de las iniciativas comunes entre Longo Maï y el Foro Cívico Europeo.

Para obtener más información y conocer parte de nuestra red de distribuidores, pueden entrar al sitio web www.seedfilmesp.org ¡Esperamos que disfruten esta serie!

Por: Claudia Flisfisch / La Jornada del Campo

El Agua… ¡Un bien vital!

El agua es algo que la mayoría de nosotros tomamos como algo “normal”.  Abrimos la llave y sale agua, y no hay que pensarle mucho.  Es un producto barato que tenemos disponible con sólo girar una llave en el momento que querramos. Sin embargo, éstos últimos días en la Ciudad de México nos hemos encontrado con una realidad muy diferente, abrir la llave y que no salga agua, o salga sucia, revuelta, etc. Es algo a lo que NO estamos acostumbrados, nos hace enojar, y al mismo tiempo ¡es una oportunidad para tomar consciencia de lo preciosa que es!

Fuente: http://arabuko.mx/

El agua cubre 70% de la superficie del planeta, pero sólo el 3% es agua fresca, 2% atrapada en glaciares, polos y bajo tierra y sólo 1% del agua del planeta es accesible a los humanos, animales y plantas.

Muchos temas de actualidad giran alrededor del agua: contaminación, sequías, inundaciones, lluvia ácida, derechos de las personas al acceso del agua, falta de respeto al agua, ¡ciudades sin agua! El agua en forma de nubes es una pieza fundamental en el control del clima en el planeta, así que también todo lo que se escribe alrededor del cambio climático afecta también nuestra relación con el agua.  

Viendo la historia, es impresionante ver cómo prácticamente todas las grandes civilizaciones se fundaron cerca de ríos y lagos; en nuestro antiguo Tenochtitlán, el agua era abundante,  Establecida alrededor de sus 5 lagos: el lago de Texcoco al centro, con los lagos Xochimilco, Chalco, Xaltocan y Zumpango en los alrededores, Tenochtitlán era una ciudad acuática.

Pensar en el “Río Churubusco” no sólo como una calzada… es un río (ahora entubado) por el que muchos de nuestros abuelos  o bisabuelos pasaron, se pasearon y nadaron ahí.   Igual que el Tepeyac y la Magdalena, entre otros… en otra época eran lugares bellos,  llenos de vegetación y muy limpios.

El agua y la fertilidad era abundante, y nuestros acueductos y sistemas de agua causaron gran impresión en visitantes y hasta en los conquistadores, quienes relataron historias de chinampas, acueductos y represas en sus documentos.

Como punto de comparación, hay que pensar que en la “Vieja Europa” las grandes ciudades también estaba situadas cerca de ríos pero no fue sino hasta Napoleón Bonaparte en los 1800’s que se decretó que tenía que haber una fuente de agua en cada pueblo y localidad.  ¡Una fuente!  No fue sino hasta mucho después que cada casa contara con agua corriente.  Este lujo de “agua de la llave” no tiene tanto en la historia de la humanidad.

Las grandes epidemias comienzan frecuentemente por falta de agua limpia.  1 en 6 personas en el mundo no tienen acceso al agua limpia y la gente en esas localidades tienen que pasar gran parte de su día en ir a buscar el agua que encuentren, en la condición que sea.  Hoy en día, según la Organización Mundial de la salud, 80% de las enfermedades (sobretodo en zonas marginadas) son a causa del consumo de agua sucia o contaminada.  Mantenerla lo más limpia y pura debería lógicamente ser una de nuestras grandes prioridades. Y mientras menos la ensuciemos, menos tendremos que tratarla para volverla a utilizar…

¿QUÉ HACEMOS CON EL AGUA QUE RECIBIMOS?

Ya vimos que el agua es muy importante y fundamental para la vida, así que tenemos que ser conscientes ¿para qué utilizamos hoy en día esa agua?

La mayoría se gasta en agricultura y ganadería intensiva, seguido por la industria.  En las ciudades en el consumo de las familias,   utilizamos el agua en beberla, cocinar con ella y bañarse, pero de hecho entre el 30% y 40% del agua que llega a nuestra casa (después de ser tratada, desinfectada, transportada, guardada y disponible en la llave) se usa para … ¡¡Jalarle al baño!! (¡¿?!). Increíble, pero sí, literalmente utilizamos un bien precioso y vital para alejar desperdicio y como basurero. Hoy en día esto lo vemos normal porque siempre lo hemos hecho así, pero si lo analizamos con cuidado, es una de las peores tonterías de nuestra era.  Desechamos excremento, pero también pelo que quitamos del cepillo, cenizas de los cigarros, restos de medicamentos y lo que no sabemos qué hacer con ello, ¡puf!  Mágicamente desaparece de nuestra casa echándolo al inodoro… contaminando el agua y envenenando un elemento vital.

UUUUGHHHHH ¿CUÁL ES LA ALTERNATIVA?

Si comenzamos nuestra plática sobre de la importancia del agua en la naturaleza, podemos utilizar el mismo método para ver qué sucede con los excrementos…

En el campo, todos los organismos vivos tienen productos de desecho.  Los árboles sacan oxígeno por los poros de sus hojas, los insectos de todo tipo tienen desechos que se re-incorporan a la tierra para enriquecerla.  Aves y animales de todo tipo defecan y depositan cerca de donde consumieron sus alimentos, re-incorporando esos materiales a la tierra.  En la agricultura, ¡los mejores abonos son excrementos de aves y lombrices!

La naturaleza trabaja por ciclos, y como nos enseñaron en la escuela, nada se crea ni se destruye, sólo se transforma… para mantener el equilibrio no se puede sacar y sacar de algún lado sin que se acumule otra cosa por otro.  Pero si regresamos insumos a donde los sacamos, el ciclo sigue.  

¿Podríamos regresar lo que extraemos de la naturaleza para que pueda completar su ciclo?  La respuesta es ¡SI!

Un baño seco compostero utiliza los procesos de la naturaleza para transformar un producto de “desecho” en humus nutritivo y fértil que se puede utilizar para  mejorar suelos de cultivo, jardines, evitar la erosión y apoyar el ciclo de producción de la tierra.

¿CÓMO FUNCIONA UN SANITARIO COMPOSTERO?  

Se utiliza exactamente como un sanitario con agua.  La única diferencia es que en vez que los desechos caigan en una cama de agua, caen en una cama de materia orgánica (aserrín, tierra, etc.) y se cubren completamente.  Esto evita cualquier problema de insectos, olores, humedad, etc.

La magia de la naturaleza funciona y al final de 3 meses el producto que queda es aproximadamente ⅓ del volumen original y es perfectamente inodoro, libre de patógenos y ¡equivalente a lo que encuentra uno al escarbar en un bosque!  

Es posible utilizar un baño compostero en un apartamento, casa, jardín, parque, casa móvil y también se pueden utilizar en cualquier lugar donde no haya infraestructura de drenaje.

Así que es hora de cambiar como pensamos en cuidar el agua y en como utilizar los ciclos de la naturaleza para nuestra ventaja y la suya.

 

Por: Paty de la Garza / Es fácil ser Verde

Los pueblos indígenas están salvando al planeta de un desastre ambiental

Noam Chomsky, personaje predominante en la rama de la filosofía, lingüística, psicología y psiquiatría, ha realizado desde la década de los 50 numerosos análisis de eventos políticos que impactan en nuestra sociedad. Ahora su atención se enfocó en la crítica situación de los activistas ambientales –principalmente indígenas– en América Latina. ¿Acaso esta región del mundo se liberó por fin de la dominación imperial de EE.UU.?

Las comunidades indígenas como guardianes de la naturaleza

Para retomar el tema, Chomsky utiliza como ejemplo la esperanzadora lucha de los activistas indígenas a favor del medio ambiente en los últimos 15 años. El filósofo menciona que pese a la alta tasa de criminalidad en contra de los activistas ambientales en América Latina –en especial si son de orígenes indígenas–, hay un futuro esperanzador para los países que conforman esta región. Para él, las comunidades locales son la clave para prevenir desastres ambientales que países como EE.UU. y Canadá se encargan de propiciar. Y es que, pese a ser considerados "grupos 'primitivos', están haciendo un camino hacia el futuro. Y eso es un camino hacia delante para todo el mundo.”

México, Bolivia y Ecuador, son ejemplos de esta “especie de ironía en la que, de todas las fuerzas líderes en todo el mundo, la que realmente está previniendo un desastre son las comunidades indígenas y locales forestales. Es decir, cada persona que no vive debajo de una roca, sabe que el planeta está enfrentando una catástrofe ambiental en potencia, y no en un futuro lejano. En todo el mundo, son estos grupos quienes están mitigando el cambio climático.

¿Cómo?

Mediante planes de manejo de sus recursos naturales, conocimientos ancestrales, y sobretodo, a través de la defensa de su territorio: “son estas comunidades las que combaten a las empresas extranjeras que extraen y vacían sus suelos de los recursos naturales latinoamericanos: minerales, aceite de palma, agua, tierras”.

Chomsky responde a la pregunta dando a entender que América Latina se liberó de EE.UU. y Canadá porque estos dos últimos países ya no tienen derechos ni obligaciones de dominar a toda una región que se rige por sí sola y que ha empezado a tomar decisiones propias aislando a estos imperios capitalistas.

Fuente: Ecoosfera

Es una sociedad fascista donde el pobre debe comer veneno

"Las huertas urbanas tienen la visión y la función de permitir a las personas más pobres consumir productos como hortalizas y frutas. Una población pobre come, normalmente, más almidón y menos proteínas, frutas o verduras."
Sebastião Pinheiro

Sebastião Pinheiro es ingeniero agrónomo e investigador social brasileño que ha sido pionero en el desarrollo de las propuestas agroecológicas, los bancos de semillas y la permacultura en América Latina. Colombia Informa, junto a otros medios populares de comunicación, aprovechó su reciente paso por Colombia para conversar con él.

¿Por qué son importantes las huertas urbanas?

Las huertas urbanas tienen la visión y la función de permitir a las personas más pobres consumir productos como hortalizas y frutas. Una población pobre come, normalmente, más almidón y menos proteínas, frutas o verduras.

Cuando utilizamos los espacios vacíos en las ciudades, pensamos en organizar al pueblo para tener salud para los niños y las familias, no para competir con los campesinos que tienen sus alimentos en el mercado.

Por ejemplo, cuando Cuba enfrentó la caída del muro, dejó de tener alimentos de la noche a la mañana; así, los vacíos urbanos en los territorios fueron ocupados y hubo producción local. Si queremos hacer una revolución tenemos que pensar en la identidad, en la soberanía alimentaria, en el empoderamiento de las personas en el sentido del poder consumir algo que antes estaba únicamente en la mesa del más pudiente.

Nosotros tenemos en las ciudades latinoamericanas un contingente de campesinos obligados a venir a la ciudad. Permitirles practicar agricultura en estas áreas urbanas es elevar el espíritu y la autoestima, porque la primera trinchera es el huerto que el campesino hace en su patio, en su traspatio, en su terreno baldío; ese trabajo tiene un valor comunitario.

¿Cómo afecta el cambio climático a las experiencias agrícolas basadas en el modelo de la permacultura y los cultivos biodinámicos?

El cambio climático es una de las amenazas más fuertes para los países más pobres porque tienen menos infraestructura y riqueza para aplicar soluciones, así como menos conocimiento científico y tecnológico.

Cuando hacemos un cultivo biodinámico, permacultura o agricultura campesina tradicional, los impactos son mayores. Sin embargo, la solución está en manos de los campesinos: fijar en el suelo una mayor cantidad de carbono, reactivando su ciclo y el del nitrógeno, dos ciclos naturales muy importantes.

Es por esta razón que los bancos quieren acaparar esta riqueza que es la fijación de carbón en el suelo. Los movimientos campesinos organizados tienen que estar conscientes de las implicaciones de una intervención financiera; nos tenemos que organizar y pelear contra eso.

¿Cómo afecta la agroindustria a la pequeña economía campesina?

La agroindustria es una forma de aprovechar los excesos de producción, es decir: yo produzco mucho durazno o melocotón, si no lo como se pudre, si lo pongo en almíbar voy a tener melocotón durante todo el año. Es una necesidad, pues el ama de casa actual no tiene mucho tiempo; si usted le trae la yuca, la zanahoria ya descascarada y lavada le hace un favor muy grande y eso le da al producto agrícola un valor agregado.

Siempre es necesario tener recursos para hacer alguna cosa, pero si viene una intromisión a través de un crédito del capital financiero, hay que pensar si realmente es ventajoso. Las grandes corporaciones les dicen a los campesinos, por ejemplo, que plantar palma aceitera es bueno, ¿Bueno para quién? Las comunidades, las organizaciones sociales son quienes determinan qué es beneficioso.

¿Cómo evitar la ampliación de la frontera agrícola que afecta parques naturales, páramos y otras áreas protegidas? ¿Los campesinos pueden conservar las zonas protegidas y permanecer en esos territorios vulnerables ecológicamente?

La ampliación de la frontera agrícola es la forma en la que el agro negocio enmascara su ineficiencia; en Brasil la productividad siempre se expande por la frontera agrícola, pero al costo de reservas naturales, ambientales, páramos, reservas de agua, reservas de clima, etc. Ese es un problema muy grave y tiene que ser discutido.

En toda América Latina crece el monocultivo de la palma africana. Si usted le pregunta a un campesino si quiere plantar palma él dice que no, jamás, sin embargo no tiene otra alternativa.

La empresa que domina la palma africana es Unilever; ésta es propiedad de la corona inglesa, la cual tiene los instrumentos para imponer y obligar a plantar palma donde, cuando y cuanta ella quiera. En Indonesia, Unilever provocó la casi extinción de un primate muy conocido: el orangután.

Nosotros tuvimos una discusión muy seria en Brasil porque había un asentamiento campesino cerca de un parque nacional y algunos ambientalistas no querían que se quedara allí. Fueron discusiones muy duras, pero llegamos a la siguiente conclusión: un campesino cuida mejor un parque que un guardia forestal, quien es un asalariado que lo hace no por su voluntad, sino porque le toca. Entonces, lo mejor para un parque nacional es que existan poblaciones dentro de él, poblaciones conscientes.

¿Cómo llevar los productos agroecológicos a los barrios populares? ¿cómo superar las barreras de precio?

Cuando empezamos a pelear contra los plaguicidas nos dimos cuenta de que el campesino era una víctima más, porque cuando iba a pedir créditos al gobierno le exigía como requisito utilizar el 20% para comprar plaguicidas.

Nosotros empezamos a hacer una agricultura sin plaguicidas, venenos, ni abonos; la idea que tenemos es que si el producto no tiene veneno debe ser más barato. Así creamos una cooperativa en donde la mitad de los miembros eran campesinos y la otra mitad consumidores; el campesino traía su producto directamente, no había terceros, y además debía venir con su esposa e hijos porque el intercambio cultural entre el consumidor y productor era el vínculo que queríamos impulsar.

Después hicimos una feria en la calle, pues no puede ser por falta de dinero que una persona deje de comprar un alimento sano; Boaventura de Sousa dice que eso es fascismo. Una sociedad en donde el pobre es obligado a comer con veneno y el rico puede pagar caro es una sociedad fascista con la alimentación y nosotros tenemos derecho a tener una alimentación sana, igualitaria y bien distribuida.

¿Qué estrategias han utilizado ustedes para proteger las semillas nativas?

Todos los países del mundo están tomando actitudes contra las semillas campesinas ¿Quién tiene el interés de quitar las semillas domesticadas, adaptadas al ambiente, adaptadas incluso al cambio climático? Pues las grandes empresas que tienen la industria de la semilla, los agroquímicos, la ingeniería genética, la biología molecular.

A las semillas criollas, nativas, nosotros les decimos semillas de la pasión porque toda semilla es fruto del amor. Si nosotros trabajamos la semilla demostrando que el campesino tiene amor por aquello creado hace 8 mil años, que esa domesticación viene de sus ancestros, de sus abuelos y que tiene una denominación de origen, eso genera identidad.

En las décadas de los 80s y 90s se empezó a decir que la biodiversidad valía mucho dinero. Esta diversidad pasó a tener un valor constante y sonante ¿quién determinaba ese valor? el que no tenía esa riqueza. Entonces comenzamos a crear nuestras semillas dentro de una visión que implica no usar plaguicidas, ni dejar que la semilla sea domesticada en un laboratorio para que los agrónomos desarrollen sus plaguicidas, así como todas las semillas modernas que deben ser fumigadas.

¿Cómo recuperar suelos tratados anteriormente con agroquímicos? ¿Cómo conservar sus nutrientes?

El suelo es un sistema complejo conformado por agua, nutrientes, materia orgánica, en donde hay una comunidad viva que necesita salud; cuando se emplean insecticidas, se provocan enfermedades.

La salud del suelo es salud para el campesino. En este momento, el Movimiento Sin Tierra de Brasil -MST- tiene 45 mil hectáreas de arroz orgánico, la mayor extensión de arroz orgánico en el mundo, sin un gramo de veneno. Se pueden usar muchas prácticas campesinas para recuperar y mantener el suelo: el descanso de la tierra, los abonos verdes. Nosotros usamos una leguminosa que se machetea para que quede sobre el suelo y se fermente; también usamos polvo de roca.

En Estados Unidos hay una práctica muy interesante y muy antigua. Ellos habitan la gran planicie americana que empieza en Texas y termina en Alaska. En esta pradera los indígenas no podían remover el suelo, pues el viento se lo llevaba; por esta razón utilizaban la cuba, una vara fuerte con la que hacían un agujero, ponían una semilla y la tapaban. Así el suelo no pierde su estructura: el microbio que está abajo está bien abajo y el microbio que está arriba está bien arriba. Entre menos mueva el suelo, más estructurado lo tiene y puede usar biofertilizantes así como abonos líquidos.

Sin embargo, en los monocultivos se utilizan grandes tractores y máquinas movidas con petróleo; todo eso hace parte de los intereses de un gran conglomerado llamado complejo militar industrial. No se olviden que todo tractor es también un tanque de guerra.

¿Cuáles son las alternativas viables para la sostenibilidad económica en los territorios?

La mejor alternativa es que ese territorio produzca la mayor cantidad de alimentos posible, de tal manera que pueda ser independiente de la oferta de alimentos producidos afuera. Si existe esta garantía de tener en la mesa suficiente alimento, la comunidad puede organizarse mejor porque esta independencia le proporciona autonomía alimentaria, posibilitando alcanzar la soberanía alimentaria.

Asimismo se debe garantizar que las semillas tengan una identidad local. Yo no puedo traer una semilla de Brasil a Colombia porque cada semilla se desarrolla en su ambiente desde hace por lo menos 3 mil o 4 mil años; ellas tienen una identidad dada por el sol, la lluvia, el frío, el viento. Por esa razón decimos: las semillas que yo cultivo en mi huerto son mis anticuerpos a partir de la evolución de la vida en el planeta y de mi evolución sobre este territorio.

Fuente: Colombia Informa

Bosque de niebla y el otro documental mexicano

Al levantarme por la mañana para ir hacia la cotidianidad siempre aparecen en mi camino dos crisis al acecho. Por un lado, está la crisis global del cambio climático, de los Trumps, los desastres naturales, los desaparecidos, los refugiados, las guerras y el bombardeo mediático; y por el otro, la crisis individual del transporte, de las aspiraciones de mi Trump interno, de los pagos, del exceso de trabajo (o la falta de éste) y de la saturación en forma de pantalla.

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Aquí está la raíz de nuestra diversidad cultural

Durante siglos se colocó a los pueblos mesoamericanos en un nivel bajo de la escala evolutiva por no contar más que con implementos de piedra -en la milpa se usaba un hacha de piedra y el bastón conocido como coa o espeque. El uso del machete de metal no modificó el esquema original y por lo mismo en nada afectó el discurso de la necesaria “integración al progreso” de dichos pueblos. Frente a este discurso modernizador del progreso tecnológico irrumpe una paradoja que ha recibido poca atención: el hecho de que mientras más simples son los utensilios técnicos mayor es el conocimiento de quienes los emplean.

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